Los filtros diésel son una parte esencial del sistema de combustible de un vehículo diésel. Existen dos tipos principales de estos dispositivos:
- Filtros de combustible primarios: Se encuentran en la línea de combustible principal, entre el tanque de combustible y el motor.
- Filtros de combustible secundarios: Se encuentran en la línea de combustible que va al inyector.
Es importante mantener los filtros diésel siempre limpios. Un filtro obstruido puede causar una serie de problemas, como:
- Pérdida de potencia: El motor no recibirá la cantidad de combustible que necesita para funcionar correctamente.
- Humo negro del tubo de escape: El combustible no se quemará de forma completa, lo que provocará la emisión de humo negro.
- Consumo de combustible elevado: El motor tendrá que trabajar más para compensar la falta de combustible, lo que provocará un mayor consumo de combustible.
- Arranque difícil: El motor no arrancará o arrancará con dificultad debido a la falta de combustible.
- Vibraciones: El motor puede vibrar debido a la falta de combustible.
Cambiar el filtro diésel de forma regular ayuda a prevenir estos problemas y a mantener el motor en buen estado de funcionamiento.
¿Cómo cambiar el filtro diésel?
Para cambiar el filtro diesel, sigue estos pasos:
- Apaga el motor y deja que se enfríe.
- Coloca un recipiente debajo del filtro para recoger el combustible que se pueda derramar.
- Afloja la tuerca de unión del filtro y retira el filtro viejo.
- Aplica una capa fina de aceite de motor nuevo a la junta del nuevo filtro.
- Enrosca el nuevo filtro a mano hasta que la junta toque la superficie del motor.
- Aprieta la tuerca de unión con una llave.
- Arranca el motor y comprueba que no haya fugas de combustible.
Por último, para prolongar la vida útil del filtro diésel de tu vehículo, sigue estos consejos:
- Usa combustible de calidad.
- Evita conducir con el depósito de combustible vacío.
- No dejes que el motor se sobrecaliente